sábado, 31 de diciembre de 2016

CUANDO EL AÑO SE VA

Bueno, gente, ya se nos acabó el año (¡¡¡gracias al cielo!!!), y creo que qué mejor para finalizar este Tarantinesco año que un análisis de qué nos pasó este año, qué ganamos y qué perdimos, qué cosas nos caracterizaron, qué cosas vamos a recordar, qué cosas olvidaremos, y qué cosas le pediremos al año nuevo (toca pedirle a él porque el Niño Dios se hizo el loco). 

Le incumplimos a las víctimas, nos cambiaron los billetes, Orange is the new black en Estados Unidos, nos aprobaron la reforma tributaria, nos pusimos una capa linda, nos obsesionamos con Disclosure, Inferno sacó película, se nos murió Franca Sozanni, David Bowie, Juan Gabriel y muchos más; nos fuimos a vivir solos, nos enamoramos de Cali, salimos más, analizamos más, tuvimos otro Nobel (y a su mujer vestida con un Estéban Cortázar to die for), nos pusimos capas, parkas y bufandas; Olga Piedrahíta sacó la mejor colección de democratización de diseño colombiano, JUAN ahora tiene prendas para niñas, Moda Operandi se llenó de diseño colombiano, seguimos amando lo que ya amábamos, nos obsesionamos también (y así seguimos) con Damien Rice, tomamos mucho buen café, caminamos una y otra vez el centro, vivimos lejos, hicimos locuras, peleamos, hablamos duro (as usual), comprobamos cosas, buscamos un amuleto, quisimos más la vida, nos aferramos más, maduramos más y dormimos más. 

Este año la batallamos, tal vez como nunca antes, ¡hicimos editoriales! ¡conocimos mucha gente!, nos pusimos chokers, neckers, clutches, capas, parkas y un poco más de brillo. Recorrimos galerías, salimos de noche, se nos fue Bill Cunningham, fuimos al Bogotá Fashion Week, comimos rico, nos obsesionamos con la ilustración, nos ganamos algunos oros en Río, Chanel se presentó en Cuba, nos visitaron Gabbana y Lim, vimos Gossip Girl de nuevo, le echamos un ojo a RuPaul Drag's Race, usamos muchos tenis, compramos muchas medias de colores, comimos muchos dulces, nos cerraron Infashion :(, volvimos al norte, Dior fichó a Maria Grazia de Valentino, ¡CUMPLIMOS VEINTE AÑOS DEDICADO AL ARTE!, nos medimos toda la tienda de Julia de Rodríguez, hablamos de todo, de nada; nos volvimos fuertes, lloramos lo que había que llorar, nos miramos en el espejo una y otra vez intentando comprender hechos, palabras e ideas. Y muy allí, en el fondo de un año curiosamente extraño, demoledor e incendiario, encontramos la respuesta a muchas preguntas, y la solución misma a cómo reconstruir una vida hecha de sueños. 

Gracias a los míos, a Harold, a Rohilan, a Miguel, a Juan Pablo, a Isa, a Andresito, a Paola, a Hugo, a Andrew, a Andrea, a José, a Johan, a Mariana; a todas las amistades de la moda, a toda mi Poli People, a papá y a mama, a cada uno de los que contó conmigo, y cada uno de los que ofreció su apoyo. Pero sobre todo gracias, a quien siempre ha estado detrás de todo esto, ¡gracias por no permitirme desfallecer! 

Este fue un año de lucha, de reflexión, de liberación. Aún queda mucho que me gustaría decirles, mucho de lo que fue y de lo que será, pero siento que cumplí con decir lo que este espacio siempre ha querido decir: gracias por construir una nueva concepción de la moda colombiana a varias manos

¡El 2017 prometo ponerme juicioso en hablar más vainas serias, los espero!

En @camarfre hay siempre cosas por ver, chicos. ¡Los espero y les termino de contar!



viernes, 5 de agosto de 2016

¡Hasta pronto, Infashion!

Para los que no sabían, hoy soy gerente operativo de una firma de consultoría contable, dirigiendo procesos administrativos y verificando cumplimiento de metas. ¿Por qué cuento esto en una entrada sobre Infashion? Simple: estoy aquí por los devenires del amor al trabajo, de la pasión por una industria donde la balanza entre lo que me emociona y lo que me decepciona, lleva ya un buen tempo tirando más hacia la decepción que a la pasión del peladito soñador, que entre uno y otro viaje en Transmilenio solamente podía pensar en cómo se generaban los imaginarios de la construcción de la comunicación visual desde el vestuario. 

Hoy me enteré por el medio digital (porque sin ir a Colombiamoda, pasa de todo y no me entero) que la Revista de moda más importante de Colombia cierra sus puertas con la edición de agosto de este año. Y fue un agosto, el de 2012, la primera vez que la compré. Es muy preciso recordar para mí que salió del primer salario que gané, hace ya cuatro años, que Carolina Guerra estaba en portada, y que hablábamos de los nominados a los Premios Infashion de ese año. Recuerdo que ese año conocimos a Darío Cárdenas como ganador de uno de estos premios, y que un par de meses después, ya yo tenía claras dos cosas en mi vida: sería periodista y trabajaría en esta industria, costara lo que costara. 

Que Infashion cierre hoy no es el final, no es el final del sueño de un niñito que caminaba todos los días, cuando aún estudiaba en el colegio, frente a las instalaciones de la Editorial Televisa, soñando que sería éste alguna vez su lugar de trabajo, no es el final del sueño de ese niño, que cuatro años después descubrió una vez más que sueña con volver al periodismo, que quiere ser esa herramienta precisa de comunicación de cada una de las cosas bellas de una industria que merece ser contada.

Y sí, me tomé el tiempo contrarreloj de escribir una carta que mostrara el agradecimiento tan enorme que le tengo a un medio que logró mostrarme lo que en realidad quería, que hoy después de los desbarajustes del camino me hace recordar, con el inicio de una nueva historia, lejos del impreso, lo que siempre he querido contar. 

Aún guardo en mi teléfono el pantallazo de aquella vez que, a nombre propio, fui invitado por el equipo de Infashion a votar por mis favoritos para los Premios Infashion de 2015, recordando con alegría inmensa el poder estar, de una u otra forma, en el radar de la revista que inició este sueño. 

Y este blog siempre ha sido una melosería total, pero hoy con todo el corazón sé que le debo a Infashion las ganas de escribir, las ganas de contar historias, las ganas de comprender cómo es la industria para tener mi propio juicio, y poder contarla. A Marcela y a Adriana, agradecerles por ese giro tan bello, y por llevar la batuta de este proyecto hasta el final. 

No entraré en detalle sobre cuál es el efecto de que esto suceda, ni cómo se ve afectada la industria al perder un medio impreso tan valioso como Infashion, porque siento que hoy debo decir un simple y sincero ¡GRACIAS INFASHION! Sé que no es un adiós y sé que es más grande lo que viene que lo que dejamos atrás; y sé también que hoy me revivien el sueño del periodismo, del desarrollo editorial y de todo lo que hay detrás de esta industria, para promover lo que nos enorgullece: la moda colombiana. 

¡GRACIAS, INFASHION!