viernes, 5 de agosto de 2016

¡Hasta pronto, Infashion!

Para los que no sabían, hoy soy gerente operativo de una firma de consultoría contable, dirigiendo procesos administrativos y verificando cumplimiento de metas. ¿Por qué cuento esto en una entrada sobre Infashion? Simple: estoy aquí por los devenires del amor al trabajo, de la pasión por una industria donde la balanza entre lo que me emociona y lo que me decepciona, lleva ya un buen tempo tirando más hacia la decepción que a la pasión del peladito soñador, que entre uno y otro viaje en Transmilenio solamente podía pensar en cómo se generaban los imaginarios de la construcción de la comunicación visual desde el vestuario. 

Hoy me enteré por el medio digital (porque sin ir a Colombiamoda, pasa de todo y no me entero) que la Revista de moda más importante de Colombia cierra sus puertas con la edición de agosto de este año. Y fue un agosto, el de 2012, la primera vez que la compré. Es muy preciso recordar para mí que salió del primer salario que gané, hace ya cuatro años, que Carolina Guerra estaba en portada, y que hablábamos de los nominados a los Premios Infashion de ese año. Recuerdo que ese año conocimos a Darío Cárdenas como ganador de uno de estos premios, y que un par de meses después, ya yo tenía claras dos cosas en mi vida: sería periodista y trabajaría en esta industria, costara lo que costara. 

Que Infashion cierre hoy no es el final, no es el final del sueño de un niñito que caminaba todos los días, cuando aún estudiaba en el colegio, frente a las instalaciones de la Editorial Televisa, soñando que sería éste alguna vez su lugar de trabajo, no es el final del sueño de ese niño, que cuatro años después descubrió una vez más que sueña con volver al periodismo, que quiere ser esa herramienta precisa de comunicación de cada una de las cosas bellas de una industria que merece ser contada.

Y sí, me tomé el tiempo contrarreloj de escribir una carta que mostrara el agradecimiento tan enorme que le tengo a un medio que logró mostrarme lo que en realidad quería, que hoy después de los desbarajustes del camino me hace recordar, con el inicio de una nueva historia, lejos del impreso, lo que siempre he querido contar. 

Aún guardo en mi teléfono el pantallazo de aquella vez que, a nombre propio, fui invitado por el equipo de Infashion a votar por mis favoritos para los Premios Infashion de 2015, recordando con alegría inmensa el poder estar, de una u otra forma, en el radar de la revista que inició este sueño. 

Y este blog siempre ha sido una melosería total, pero hoy con todo el corazón sé que le debo a Infashion las ganas de escribir, las ganas de contar historias, las ganas de comprender cómo es la industria para tener mi propio juicio, y poder contarla. A Marcela y a Adriana, agradecerles por ese giro tan bello, y por llevar la batuta de este proyecto hasta el final. 

No entraré en detalle sobre cuál es el efecto de que esto suceda, ni cómo se ve afectada la industria al perder un medio impreso tan valioso como Infashion, porque siento que hoy debo decir un simple y sincero ¡GRACIAS INFASHION! Sé que no es un adiós y sé que es más grande lo que viene que lo que dejamos atrás; y sé también que hoy me revivien el sueño del periodismo, del desarrollo editorial y de todo lo que hay detrás de esta industria, para promover lo que nos enorgullece: la moda colombiana. 

¡GRACIAS, INFASHION!

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